Hacía mucho frío en el parque a la salida del cole.Aún así permanecimos allí el tiempo suficiente para que mis hijas dieran buena cuenta de su bocata,traducido en minutos: una hora.A distancia segura para evitar las peligrosas correrías de los enardecidos colegiales pero prudencial para no perderlas de vista ,me abandoné a mi pasatiempo favorito en estas circunstancias: observar pájarillos por entre la ausente fronda de los ahora desnudos plátanos silvestres.Hoy me sorprendió,no por infrecuente por estas fechas,una pareja de mosquitero común tal vez realizando la mísma lúdica actividad de observar humanos por entre la ausente fronda de los ahora desnudos plátanos silvestres.
Ya en casa,con algunos detalles del mosquitero aún en la memoria ,me dispuse a bocetarlo rápidamente .Preparé un café caliente para entrar en calor y esparcí sobre el escritorio los bártulos de pintar.Con la hoja izquierda del cuaderno resuelta recordé que mi amigo de blog Ramón García, tiempo atrás ,colgó una foto de mosquitero que me llamó muchísimo la atención por su fuerza y belleza (la de la foto).Aprovechando su ofrecimiento y para evitar algún "celillo" me propuse "retratarle el alma" con los pinceles tal como me dijo.La libre interpretación que hice del motivo,alma no sé si tiene pero cafeína seguro lo que me confiere el conocimiento de causa suficiente como para daros un consejo: no pongáis el café en la mísma mesa que el agua de limpiar los pinceles.