-Haz click en la imágen para ver algunas páginas del cuaderno

No pretendo emular lo inimitable de Joaquín Prat en "el precio justo" pero justo es que rescate de mi olvido personal a los cuadernos Moleskine.De un tiempo a esta parte se han hecho muy populares ,si es que en algún momento dejaron de serlo.Ahora los encuentras en grandes almacenes y papelerías y librerías especializadas ,y no tanto , junto con alguno de sus imitadores,que también tienen su encanto.Atrás quedaron los tiempos en los que los tuve que pedir a la "Librería Cálamo" de Zaragoza para descubrir tristemente que no servían ni para acuarela (los de papel grueso amarillento) ni para anotaciones de campo (los de papel blanco "cási cebolla") pues el pigmento no agarra bien en los primeros y la tinta de mi fiel Meisterstück 149 (y cualquier estilográfica) traspasa el papel en los segundos.Ahora tenemos una gran variabilidad de tamaños y papeles lo que les confiere el calificativo de cuadernos todoterreno, incluso podemos encontrarlos de algunas de las ciudades más turísticas del mundo(ya os hablaré en otra ocasión de mi Moleskine de Florencia).
A modo de tributo, os muestro algunas páginas de mi primer Moleskine cuyo propósito inicial fué hábilmente reconducido y usado como cuaderno de anotaciones rápidas y rapidísimas a lápiz o estilográfica (ya dejé claro que ,al menos este ,no sirve para las acuarelas). Seguro que Van Gogh o Picasso estarían contestos con este nuevo impulso de los cuadernos.